El artículo 62 de la Constitución Española de 1978 prohíbe otorgar indultos generales. Una prohibición que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez todo por el Falcon, quiere saltarse otorgando una amnistía a quienes en 2017 desde el gobierno autonómico de Cataluña dieron un golpe de Estado. Si existe un colectivismo pernicioso per se es el nacionalismo, que subsume al individuo en la tribu y considera enemigo a quien no comparte sus postulados, en ocasiones racistas, en otros xenófobos. Pero siempre excluyentes. Amnistiar a quienes quieren romper la convivencia no solo es un acto de más que dudosa legalidad, sino que es una acción que no tiene cabida en democracia. Los españoles deben de ser iguales ante la Ley. Así lo decidimos durante la Transición. Es el momento de apostar por lo que nos une, no por lo que nos diferencia.

Estoy segura de que esto lo comparten muchos votantes socialistas. En julio no acudieron a las urnas para amnistiar a Puigdemont. No votaron romper España. Tampoco ceder ante Arnaldo Otegi. Ni permanecer en el poder al precio que sea. No votaron humillar a los españoles.

Desde el PP hemos presentado mociones en todas las instituciones en contra de esa posible amnistía, precio a pagar por Pedro Sánchez para mantenerse unos meses más en el poder. Con la radical complicidad de Yolanda Díaz. ¿Desde cuándo el comunismo es nacionalista? ¡Qué cosas más chulas hace Yolanda!

Nosotros rechazamos, como la inmensa mayoría de españoles, cualquier tipo de amnistía o indulto generalizado, consideramos que el imperio de la Ley es la expresión de la voluntad popular y que todos los poderes, ejecutivo también, deben someterse a este principio democrático. Estaremos en contra del chantaje de los independentistas. Estaremos en la defensa de la Libertad. Es el momento.