El gobierno de Pedro Sánchez anunció una nueva subida de impuestos, que de momento ante la falta de apoyo se ha quedado más en una declaración de intenciones, que sería otra subida de impuestos más y ya vamos cerca de las 100. En este caso, el anuncio era una subida escalada durante los próximos tres años, 2026, 27 y 28 a todos los autónomos de este país.

Un autónomo siempre es un valiente y España tiene más de 3.300.000 valientes que en su día se animaron a emprender por su cuenta y montar una pequeña empresa, que en la mayoría de los casos, no va a contar con más manos que las propias ni con más recursos que sus ahorros, y que sólo cuenta con ilusión por prosperar arropada por trabajo o esfuerzo.

Muchos no lo consiguen y se quedan en mitad del camino, volviendo a ser asalariados de lo privado o lo público porque levantarse todos los días y depender de ti mismo, es un camino cuanto menos duro.

Si te pones malo, no ingresas… y si tienes una familia o una hipoteca, el cargo de sobrevivir suele vencer a cualquier catarro o fiebre, que cuando trabajas por cuenta ajena te mantiene en la cama arropado y alimentado con un caldito caliente.  

Un autónomo es ese valiente que trabaja mucho más de lo que marca la jornada laboral que se decide en despachos. Un autónomo es esa persona valiente que no tiene vacaciones ni domingos. Un autónomo es ese español que a pesar de los escándalos del gobierno y saber cómo se repartían chistorras y lechugas, sigue pagando sin rechistar su cuota a la seguridad social aunque ese mes no haya tenido muchos encargos.

Un autónomo es ese que realmente representa a los trabajadores de nuestro país que nunca convocaría una huelga general por Palestina porque si no trabaja, no ingresa dinero para su vida.

Un autónomo consigue ampliar su calificación de valiente a héroe cuando decide contratar a un ayudante porque hay un pico de trabajo y se atreve con la osadía de pagar mucho más a Hacienda y, además, tener la responsabilidad de conseguir al menos dos sueldos al mes porque ya son dos las familias que dependen de su trabajo.

Y ahora Pedro Sánchez, con más ministerios que todos los anteriores gobiernos de la democracia, que nos cuestan una cifra escandalosa, más asesores que nunca y más dinero público repartido entre amigotes y medios serviles, ahora quiere subir a los autónomos la cuota a niveles difíciles de entender. Según Sánchez un autónomo que recibe poco más de 700 euros de ingresos debe pagar parte del derroche de Moncloa con doscientos y pico euros, y mientras tanto las niñatas y personajes a los que les ha dado el carnet de activistas del sanchismo y que suelta por sus medios de comunicación van diciendo que lo mejor que le puede pasar a este país es que no haya autónomos. Serán idiotas.

Claramente el socialismo implanta en España su legado histórico, repartir pobreza, haciendo que con esta subida muchos autónomos tengan que dejar ese proyecto laboral para irse muchos a engordar las listas del paro o de la percepción de la Renta Mínima de Inserción, porque “total, voy a ganar lo mismo y no tengo que esforzarme, levantarme, ni complicarme la vida”.

El reparto de pobreza que siempre hace el socialismo es esto, nivelar por abajo, conseguir que cada vez haya más pobres que dependen del Estado, amenazando luego a esas personas con el lema “cuidado, que si gobiernan los otros, te van a quitar la paga…”

Dónde está ese orgullo español de conquistar, emprender, crecer, superarse, ser los mejores en fútbol, en tenis o en lo que nos pongan: “¿soy español, a qué quieres que te gane?”

Empujar a la sociedad a no hacer nada solo es comparable con los padres que empujan a su hijo a no trabajar, no estudiar, no esforzarse… ¿Qué padre hace eso en su sano juicio? Normalmente todos los que tenemos hijos les empujamos a la vida del esfuerzo, de la satisfacción de mejorarse, de dar lo mejor de sí mismos para crecer, para mejorar, para que su vida sea mejor que la nuestra, pues eso es lo que debería hacer un gobierno sensato: empujar a la sociedad a mejorar con trabajo, esfuerzo y creatividad nuestro país, para que las generaciones futuras estén mejor y tengan mejores servicios públicos, mejor salud y mejor calidad de vida, en definitiva, para que estén y sean mejores.

Lo que hace el gobierno de Sánchez, es siempre, con cada decisión, con cada iniciativa, hacer que seamos una sociedad más enferma y con menos futuro.

Ojalá la etapa de Sánchez en el Gobierno de España se acabe pronto porque si no, va a dejar nuestro país que no lo va a reconocer ni la madre que lo parió.