MUNDO ANIMAL | Los antinutrientes: pequeños compuestos, grandes problemas

Ya sé que os gusta añadir productos frescos y naturales al pienso o como picoteo entre horas para vuestros peludos. La típica frase de que les aburre comer pienso, qué pena siempre la misma comida, que te piden chuches a todas horas y que, total, solo les das fruta o verduras para enriquecer su dieta.
El problema de estas cosas es el desconocimiento de que las verduras crudas pueden traer más perjuicios que beneficios sobre su dieta. Hablemos de los antinutrientes y lo comprenderéis.
Los antinutrientes son compuestos naturales presentes en muchos alimentos de origen vegetal, y que pueden llegar a bloquear la absorción de otros nutrientes, como vitaminas, e incluso llegar a ser potencialmente tóxicos si se consumen crudos. ¿Y qué pasa si cocinamos estos productos vegetales? Pues que neutralizamos los antinutrientes y dejan de ser peligrosos.
Un ejemplo tan simple como las espinacas crudas: contienen tantos oxalatos que pueden ocasionar problemas de cálculos renales si se consumen frecuentemente o en cantidad. Aparte de los oxalatos de las verduras de hoja verde, tenemos las lectinas de las legumbres y cereales, los fitatos de los frutos secos, legumbres y cereales integrales, y las saponinas de la soja. ¿Y esto significa que son alimentos prohibidos? Rotundamente no, porque existen métodos muy sencillos para disminuirlos o eliminarlos del todo.
Pensemos en el remojo de las legumbres durante 12 horas, o incluso más tiempo, que puede favorecer la germinación y hacerlas más digestibles e interesantes. Para eliminar los oxalatos, basta con cocer las verduras y desechar el agua de cocción. Hay que prestar especial atención a los champiñones y las setas, porque poseen una sustancia que en crudo es potencialmente tóxica. El arroz, la quinoa y los cereales, cuando se cocinan o se someten a calor, también eliminan las lectinas. El pepino sí se puede tomar crudo, en pequeñas rodajitas.
¿Y qué hacemos con las dietas de nuestros peludos? Pues priorizar los ingredientes que sean más saludables y digestibles, cocerlos, y de esta manera los podremos añadir en sus dietas. El calabacín y la zanahoria cocida les aportarán un contenido de fibra extra, sin calorías, además de aumentar la cantidad en el plato y producirles efecto de saciedad. En animales obesos también se podría añadir brócoli cocido y calabaza cocida, pero no en exceso. Sin embargo, en casos de estreñimiento o digestión lenta, se puede añadir calabaza, brócoli y zanahoria cocida para aumentar la fibra soluble e insoluble.
Cuando utilizamos patata, debe estar bien cocinada y darse en pequeñas cantidades, ya que contiene mucho hidrato de carbono de absorción rápida. Mucho cuidado con las patatas crudas, que contienen un compuesto llamado solanina y que puede ser tóxico.
Debemos ajustar los niveles de vitaminas y minerales mediante suplementos en dietas caseras. Si nos decidimos por darles fruta, las más inocuas para nuestros peludos son la manzana, pera, sandía, fresas y arándanos; las que tengan semillas hay que retirarlas previamente. Siempre con moderación, y cuando se introduzcan nuevos alimentos, hacerlo en pequeñas cantidades para adaptar el sistema digestivo a la fibra nueva que se incorpora. Esto mantendrá a la microbiota muy contenta y saludable. Hay una serie de productos que son TOXICOS para ellos como son : las uvas, cebolla, ajo, aguacate, chocolate, xilitol, tomate verde y sus hojas, entre