Imprimir esta página

MUNDO ANIMAL | La inflamación que no se ve ni se nota

MUNDO ANIMAL | La inflamación que no se ve ni se nota

No hay excusa para la prevención, controlar los marcadores inflamatorios para enlentecer o prevenir futuras enfermedades.

De todos es sabido que la inflamación produce una sensación de hinchazón, dolor, enrojecimiento y síntomas muy molestos y fastidiosos.

Lo mismo ocurre en el mundo animal. Ellos se quejan como nosotros cuando tienen una inflamación aguda, con síntomas dolorosos como puede ser una cojera, una periodontitis, una gastroenteritis, otitis, etc., y nosotros los acercamos a su veterinario para un diagnóstico y tratamiento.

¿Pero, qué ocurriría si sufren una inflamación asintomática, silente, oculta, disimulada, escondida, no apreciable por nosotros? Creo que no nos preocuparíamos, ni prestaríamos atención al problema. ¡Error!

Cada vez hay más estudios que demuestran, tanto en personas como animales, que la inflamación crónica de bajo grado (a pesar de no tener síntomas en inicio), acaba ocasionando grandes problemas a largo plazo y uno de esos problemas es el Síndrome Metabólico.

Lo habitual es que ocurra en animales de madura y lo achaquemos todo a la edad. La verdad es que podemos protegerles frente a esas patologías y una forma muy sencilla es la DIETA. La nutrición es la clave. Somos lo que comemos. Desde que conocí los omega 3 me di cuenta que seríamos grandes amigos. También son ahora grandes amigos de mi perrita diabética.

Yorkshire de edad avanzada, gordita, a la que nadie se resistía en darle premios y caprichos. Su sobrepeso, genética, edad y problemas con la dieta hicieron el resto. Aumentos de colesterol y triglicéridos en sangre, pancreatitis y finalmente diabetes. Suerte que no hemos tenido subidas de presión arterial, ni problemas cardiacos, ni renales, que son otras consecuencias de la inflamación crónica de bajo grado. La grasa visceral que rodea a los órganos internos es muy peligrosa y máxima responsable de la inflamación.

Mi perra IO come ahora dos veces al día, se le pesa su ración y se pincha su insulina, ha bajado de peso y vive perfectamente sin que nadie le dé extras, cosa impensable en su vida antes de la diabetes.

Suerte que nuestras mascotas no fuman, ni beben, pero hay otras causas que nos llevan a alteraciones metabólicas.

Nos dan aviso ciertos síntomas como obesidad, hipertensión (muy importantes los controles de tensión a ciertas edades para prevenir futuras enfermedades), hiperglucemia, colesterol alto aumento de triglicéridos… ¿A que a todos nos suenan?

No hay excusa para la prevención, controlar los marcadores inflamatorios para enlentecer o prevenir futuras enfermedades. Ya os hablaré de los omega 3, que merecen un capítulo propio.

Visto 846 veces