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¿Por qué hay que tomar precauciones para preparar un biberón?

¿Por qué hay que tomar precauciones para preparar un biberón?

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva para los bebés desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida. 

Cuando ésta no sea posible o resulte insuficiente, es necesario reemplazarla o complementarla, utilizando por ejemplo, preparados en polvo para lactantes. Estos productos han de utilizarse únicamente por consejo de personas cualificadas en medicina, nutrición o farmacia o de otros profesionales encargados de la asistencia materno-infantil.

La tecnología de fabricación de la leche en polvo para lactantes no garantiza su esterilidad aunque se haya fabricado respetando todas las normas de higiene vigentes. Además, el riesgo de multiplicación de bacterias aumenta cuando las tomas preparadas se almacenan o se manipulan de forma incorrecta.

La adecuada preparación y conservación de los biberones se convierte por ello en la mejor forma de prevenir las enfermedades, a veces muy graves para el bebé, causadas por bacterias como Cronobacter y Salmonella.

Todas las personas encargadas del cuidado de lactantes deben seguir unas pautas de higiene adecuadas durante la preparación, la manipulación y el almacenamiento de productos en polvo, tanto en el hogar, como en hospitales y guarderías.

Salmonella y Cronobacter en preparados en polvo para lactantes

¿QUÉ LACTANTES TIENEN MÁS RIESGO DE ENFERMAR?

Todos los grupos de edad tienen riesgo de enfermar por Salmonella spp. y Cronobacter spp. No obstante, los lactantes (menores de 1 año) están más expuestos, siendo los más vulnerables los recién nacidos y los menores de 2 meses de edad. En particular:

  • Los bebés prematuros.
  • Los bebés con bajo peso al nacer.
  • Los bebés con inmunodeficiencia.

SALMONELLA Y CRONOBACTER

La información obtenida en la investigación de los brotes producidos por Salmonella spp. o por Cronobacter spp. indica que estos pueden producir la enfermedad a dosis muy bajas, aunque se desconoce cuál es la dosis infecciosa para lactantes. Se han atribuido casos de enfermedad muy grave (y en ocasiones muertes de lactantes) debidas al consumo de preparados de leche en polvo contaminados.

  • En las preparaciones secas (como por ejemplo, en la leche en polvo) Cronobacter y Salmonella no son capaces de multiplicarse, pero sí pueden sobrevivir en ellas durante largos periodos de tiempo (se ha demostrado que Cronobacter puede sobrevivir hasta un año o más).
    La leche reconstituida es un medio idóneo para el crecimiento de organismos patógenos y su almacenamiento a temperatura ambiente produce una rápida proliferación de cualquiera de estas dos bacterias.

El almacenamiento a temperaturas menores a 5 ºC de las preparaciones en polvo para lactantes una vez reconstituidas, impide el crecimiento de Salmonella y de Cronobacter, en especial si se conservan durante periodos prolongados.

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